A pesar de la progresiva mejora de los resultados de la FIV sigue existiendo una gran diferencia entre el número de embriones transferidos y los embarazos obtenidos. Los tres principales factores influenciando una transferencia embrionaria exitosa son la calidad embrionaria, la receptividad endometrial y la técnica de transferencia en sí misma. Para mejorar la técnica es esencial elevar la experiencia, apoyarse en el ultrasonido (para colocarlos hacia 10 a 15 mm del fondo uterino) y tener la vejiga llena, porque aspirar el moco es controversial. También ofrece mejores resultados el uso de catéteres especiales nuevos con punta ecogénica dobles. Un reposo superior a 20 minutos postransferencia no mejora las tasas de embarazo clínico.
